jueves, 29 de septiembre de 2011

TIPNIS UNA DEFENSA LEGÍTIMA ANTE LA DESINTEGRACIÓN DEL “PROCESO DE CAMBIO” OFICIALISTA


Por: Erick Pablo Guarachi Fernández
La politización de la problemática del Tipnis es uno más de los tantos desatinos del oficialismo. Bolivia en su política es un carnaval donde todos hacen lo que les parece. La gente del oficialismo se ríe a costas del pueblo que ha creído en un proceso de cambio. Una Constitución Política del Estado Plurinacional (el cual se creía falsamente en una refundación del País), para el cual se peleó, se debatió y se polarizó al estado, el oficialismo vulnera esta carta magna con el rótulo capitalista de desarrollo y de bienestar. Las treinta y seis etnias reconocidas son sólo identificadas para proceder con su exterminio. Se está produciendo un etnocidio paso a paso como en todo proceso capitalista se ha hecho en el mundo. No se ha consultado al país pero se ha consensuado con las transnacionales de países vecinos. La tierra es el alma del hombre. La Madre Tierra es el cosmos que nos recrea en comunión del Jiwasa (nosotros sin individualismos). Un bi-oceánico representa efectivamente desarrollo económico para los países, una carretera de esas características representa integración. Sin embargo la ubicación geográfica de esta carretera, compromete la integridad de un parque ecológicamente protegido como es el parque nacional Isiboro Sécure. No es que la idea sea mala, las ideas de desarrollo son importantes y urgentes en un país llamado subdesarrollado. Mas se ha visto que la ubicación de este proyecto atenta contra los principios de protección y de preservación ecológica de las especies y de la biodiversidad que se encuentra establecida como prioridad en la actual carta magna. Se cree que los intereses extranjeros son los responsables indirectos de la problemática al intentar debilitar el proceso de cambio, manipulando a través de este controvertido proyecto, a las mayorías que apoyaron al actual gobierno indígena. El país está siendo manipulado por fuerzas extranjeras y su cometido está casi cumplido. El país está nuevamente dividido, y el gobierno hace de la vista gorda encubriendo la problemática con el prejuicio de la politización. Se vislumbra ahora la debilidad del gobierno en su discurso contradictorio al revalorizar a la Madre Tierra en los papeles Supremos y en los rituales en el templo de Kalasasaya (Tiawunaku) pero en los hechos se muestra anti revolucionario y con una consigna en seguir un modelo neoliberal. Esto no es otra cosa que el mismo modelo neoliberal capitalista que busca el etnocidio para acceder al desarrollo, atentando además contra la Pacha Mama y los principios ancestrales que tanto se defendía en los discursos pseudosocialistas. El capricho belicoso del gobierno por seguir juicios de responsabilidades a jil y mil y de imponer sus proyectos consensuados en el extranjero, no reflejan ningún tipo de cambio trascendental. La posición y la actitud, en los últimos años del gobierno, no fue sino emocional histórico, de rencor y envidia, más que un proceso articulador de cambio en la sociedad. Así lo demuestra la gente enardecida ante la incapacidad de un gobierno que no ha logrado su cometido en estos largos años de proceso imaginario. Las calles de la urbe son el rostro vilipendiado de la miseria. Y las carreteras en abandono se pueblan de gente de distintas regiones de Bolivia. La mayúscula incisiva es el grito de la Madre Tierra, a quien no se le ha consultado. La renuncia de la ministra de Defensa y del Ministro Sasha LLorenti es la muestra de la desarticulación del partido oficialista. Huir de las responsabilidades no es la solución a los problemas que emergen de una sociedad cansada de tanta mentira. Hoy más que nunca el gobierno debería buscar la unión de todos los bolivianos y bolivianas para poner un coto al actual problema del Tipnis. La violencia policial fue la gota que llevó a la acción reflexiva del pueblo para demostrar el descontento con las medidas tomadas por el actual gobierno. Sacha Llorenti no hubiera renunciado si no fuera culpable por la violencia ejercida por los uniformados en las marchas indígenas en Yucumo. Esta clase de atropellos pone en duda la base ideológica del Movimiento al Socialismo. No hay duda que con esta crisis política no sólo el partido oficialista se ve en riesgo, sino la gente que construye y que hace al país. Es la desarticulación de toda una estructura social y política que se venía construyendo con este llamado “Proceso de cambio”. La hegemonía del gobierno promueve un estado antidemocrático, donde se dictan las leyes sin previa consulta a los gobernados. Cuando un proceso real y verdadero de cambio debería ser con todos, en Jiwasa, para el vivir bien (Suma Kamaña) y en armonía entre todos y con la Madre Tierra. La heterogeneidad de la administración gubernamental y del proceso democrático debería ser el fundamento de la política del partido oficialista, para evitar las crisis políticas actuales. Un socialismo nuevo en base a las necesidades urgentes que aquejan a un país plurilingüe, pluriétnico y plurinacional no existe aún. Todas las intenciones promulgadas en congreso, apuntan a un sistema capitalista alternativo, pero no socialista, ya que el modelo pseudo-socialista que adopta el actual gobierno, es una réplica peligrosa de la Unión Soviética, del modelo Castrista y del modelo Chavista. No existe una verdadera autenticidad ideológica que nazca de las necesidades verdaderas del pueblo boliviano, que no se asemeja a la de Rusia, Cuba o Venezuela. Se ha tomado las teorías marxistas a la fuerza o de manera impropia. Se habla de descolonización, cuando esto no es otra cosa que el adecuarse a un esclavismo al colonialismo de los tiempos modernos, como es la globalización. El pensamiento económico europeo del cual se pretende descolonizar con la actual ley de educación, se ha olvidado de la educación en el principio ético de sí mismos, y que el cambio de actitud de la persona, del perfil de los bachilleres debe partir de su integridad interior, evitando llegar a ser un ser productivo o esclavo de la industrialización globalizada. La verdadera descolonización que debería promoverse y practicarse en las escuelas y colegios es a la globalización, para preservar los recursos naturales con la sabiduría de nuestros ancestros. Avelino Siñani y Elizardo Pérez no estarían muy contentos con la actual Ley de Educación.Entre los antidiscursos del gobierno capitalista que se esconde tras la máscara del socialismo se encuentra la compra innecesaria de un millonario satélite dándole el nombre de un indígena que luchó contra el régimen español y que fue descuartizado por su valentía. Ese satélite será un aporte más de los vasallos bolivianos al régimen capitalista para ser aún más controlados que antes vía satélite Tupak Katari. Entonces, el falso discurso del gobierno, quien utiliza las palabras y nombres ancestrales como máscaras de su pleitesía al capitalismo procura promover un falso proceso de cambio, buscando en el fondo un capitalismo alternativo, practicando como muchos gobiernos imperialistas del primer mundo, el etnocidio a través de el valor más sagrado de los pueblos del mundo, la tierra. Cuando el indio Seatle de la tribu Suwamish el año 1855 recibe la carta del gobierno Mr. Franklin Pierce (entonces presidente de EEUU.) que le ofrece una suma de dinero por la compra de su territorio, el piel roja responde negativamente como defendiendo a un integrante de su familia para defender su tierra. El gobierno de Estados Unidos decide el exterminio de esta tribu indígena. Hoy en día, con un gobierno indígena, este debería asumir su posición de defensor incondicional de la Madre Tierra sin dejarse influenciar por los discursos políticos y opositores de quienes con oscuras intenciones esperan la desarticulación de un proceso revolucionario. Los medios de comunicación han abierto la controversia en esta problemática y el gobierno conjuntamente con los representantes sindicales de tierras bajas han procurado desarticular las razones de la marcha indicando que se trata de colonizadores y que no tienen nada que ver con los pueblos en cuestión. Villa Tunari y Moxos, el parque forestal Isiboro Sécure y otros están siendo víctimas de la antidemocrática decisión del gobierno. Los mismos dirigentes del movimiento al socialismo, quienes han sido elegidos por los comunarios de los pueblos originarios no muestran sino su lealtad a un proceso de cambio promovido por el oficialismo, seguramente ofreciendo como al indio Seatle cierto desarrollo económico a través de este proyecto de carretera. Y en el mismo se hallan los empresarios del Brasil con oscuras intenciones con este proyecto.La voz de la Madre Tierra se la siente en las voces enardecidas del pueblo boliviano que hoy se moviliza en defensa de los recursos naturales y de la tierra que protegen los pueblos originarios. Bolivia se une y se desune al mismo tiempo por las posiciones y caprichos del gobierno y de su gente que también marcha para que esta carretera sea un éxito. Más allá de si es o no un problema político, no hay duda alguna de que el oficialismo vulnera la Constitución Política del Estado Plurinacional con este proyecto. Ahora no se trata de buscar quien es el culpable, sino de lograr que se lleve a un referéndum para decidir en el marco legal y democrático la construcción de esta carretera. Pero que esta decisión del gobierno no sea excusa para decir falsamente que gobierna escuchando al pueblo como en otras oportunidades lo ha dicho inocentemente. Seamos capaces de asumir nuestras responsabilidades como ciudadanos de este país asumiendo un rol protagónico en Jiwasa, procurando que el cambio de ministros o del mismo presidente de la república no sea la solución efectiva. Porque cambiando al gabinete de gobierno no ganamos nada. La ganancia debe ser para el país y por el país. Asumamos el Suma Kamaña con consciencia de la Madre Tierra y de la gente joven que anhela un país libre de cualquier forma de esclavismo. La tierra el alma de la humanidad, no la vulneremos con excusas políticas o discursos marxistas. Sepamos que es aquí donde nacimos y es a esta tierra a la que le debemos nuestras vidas.

3 comentarios:

gonchi dijo...

como intelectuales no solo critiquemos si no demos propuestas, el ser criticones es de mediocres y estemos a la altura de ser nombrados intelectuales... viva Bolivia Unida.

Anónimo dijo...

Saludos... Se dice lo político, no la político. Seamos formales al momento de abordar el asunto de "la" "política"

Anónimo dijo...

Hay tantos errores. Razón nomas es indianista... jajajaja

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