viernes, 3 de julio de 2015

El árbol que llora sangre




He aquí la opinión de de una periodista Argentina:
Gloria Beretervide: sobre la novela y mis demás escritos:


 “De mucho tiempo a esta parte, he leído una novela salida de la misma esencia de un pueblo; para mí, esto es un producto de este cambio, y tu eres un emergente de este proceso.  Si aún no se dio cuenta tu gobierno, las organizaciones sociales, entidades educativas, medios de comunicación, tienen que difundirlo y ellos deberían apoyarte orgullosos en la impresión de los 10 relatos que también me apasionaron. Además deberían explotarte, porque esta clase de escritores, son pilares fundamentales para el engrandecimiento de un País” 



Opinión y sugerencia de la novela:  EL ARBOL QUE LLORA SANGRE”
Esta novela ha salido de adentro, es decir de lo más profundo de nuestro pueblo, y nos hace recuerdo que lo más valioso lo llevamos por dentro y no en nuestra piel o vestimenta.
“El árbol que llora sangre” (Ceibo, Cuñuri, Gallo Gallito) producto de la madre tierra, madre común de todos los mortales.
Este escrito tocó mi alma, por los valores humanos que destacan sus protagonistas, y por su narración  real, acorde a la cultura y costumbres de nuestro país.
Felipe, viene a ser el grueso de esa niñez boliviana, lisiada económicamente (hasta fines de 1980) sin acceso a la educación ni oportunidades para ejercer sus derechos políticos.
Don Isauro, representa a la vieja oligarquía patronal que gobernó Bolivia hasta fines de los 80.
El contexto histórico del libro marca el punto de inflexión de la realidad boliviana entre los 70 y 80 dividiendo en un antes y en un después; Un antes: el viejo estado colonial, excluyente, inequitativo, ineficiente, y sin brindar oportunidades a sus ciudadanos. Un después: La esperanza de una nueva sociedad basada en los criterios de equidad, igualdad de oportunidades para nuestra sociedad de manera inclusiva.
Actualmente, estamos en un después, la esperanza de don Nicolas, llegó, ahora podemos afirmar, ver, y sentir que estamos en una época de igualdad, desarrollo y donde las riquezas del país se están distribuyendo equitativamente…. Finalmente, “David Vildoso Lemoine” autor del ARBOL QUE LLORA SANGRE, es un emergente de este proceso cambio, y su forma de escribir es un aporte al engrandecimiento de nuestra patria.
Con mucho orgullo presento al público lector esta gran obra de narración simple y desde nuestra tierra adentro.

Lic. Bety Barrón Acha
Docente de la carrera:CIENCIAS DE LA EDUCACION, DE LA UMSA Y UNIVERSIDAD SALESIANA






 “El árbol que llora sangre”, es una novela que a través de una narración coloquial, el autor nos traslada hacia una de tantas regiones olvidadas de nuestro país en el departamento de Chuquisaca, provincia Azurduy donde se encuentra la población de San Pedro y Monte Grande;  valle hermoso por su colorida descripción que gradualmente nos va hilvanando el protagonista don Nicolás. Quien con todos sus saberes y conocimientos nos encarna a un digno abuelo, responsable cumpliendo con la paternidad relevante y un buen mentor inculcando los valores espirituales a su nieto.
Felipe, el coprotagonista, que por asares de la vida nació con deformidad física, representa a las personas que por mucho tiempo han sido relegados por la sociedad, aun así nuestro personaje de noble corazón nos lleva a la reflexión sobre la belleza interna que tiene cada ser humano, el valor que tiene por la vida, el amor a sus semejantes y la preservación de la naturaleza; que en contraposición el antagonista don Isauro demuestra ambición, egoísmo, violencia y despotismo para con sus semejantes.
David Vildoso Lemoine, el novelista,  utiliza muy bien la superposición de planos o flas back que en sus diferentes capítulos sutilmente se va introduciendo a los cánones de la narrativa contemporánea y que además sus personajes son muy bien caracterizados de acuerdo a la psicología e idiosincrasia de la región planteándonos problemas como la injusticia social y la prepotencia de los que tienen poder.
Otro de los méritos que podemos mencionar sobre el escritor es que de acuerdo a la Ley Educativa 070 “Avelino Siñani Elizardo Pérez”, la educación “es inclusiva”; por tanto implícitamente nos sugiere a todos los lectores de diferentes edades que debemos asumir la diversidad de los grupos poblacionales y de las personas que habitan nuestra hermosa patria.
Mis agradecimientos al autor por haberme brindado esta oportunidad.


Prof. Lic. Felipe Roberto Bustillos Fernández
Director de U.E. “12 de Octubre”
Facilitador de PROFOCOM
El Alto - La Paz





2 comentarios:

Unknown dijo...

Quisiera saber si en realidad el árbol de CEIBO llora sangre

Unknown dijo...

Si llora su árbol de Felipe por que muere felipe

Escribenos a SODEAL-BO:

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